Día de Moridos

El Día de Muertos ya no es lo que solía ser.

Sucede que hoy fuí a Huaquechula [población aledaña a Atlixco, polvorienta y de sol azotador] a ver las ofrendas. La verdad es que sólo había como cinco, y ninguna fue digna del recuerdo. Desempolvé mi [no tan] vieja cámara Reflex y compré pilas y rollos para sacar fotos old-style. Tomé unas cuantas fotos sintiéndome fotoperiodista or something like that. Después de la [decepcionante] experiencia, regresamos a casa.

Paramos en la carretera a comer en Minas Gerais. El lugar estaba todo fresa [mucha gente nice con casa en Atlixco] y yo iba ataviando de mi siempre noble pants Wilson. Bah! Yo iba a comer. Desgusté varias rondas de diversas carnes [yomi!] y me puse de buenas.

Al regreso, fuí con mi mamá al Parián a ver [más] ofrendas. Decepcionante de nuevo. Nos acompañó el buen Chintolín [Parentesco: sobrino latoso] y llevé nuevamente la cámara. La noche nos cayó pronto [damn you horario!] y pues saqué fotos y fotos. El Parián estaba convertido en un pasaje comercial, donde disqueros y chaluperas hacían de las suyas. De las ofrendas, poco. Una que otra rescatable. Snif!

El día de Muertos se murió.
QEPD.