jueves, diciembre 07, 2006

Despabilarse

No hay nada peor como tener que despabilarse a la fuerza. 7:10 am, diez minutos para arreglarte, ponerte el pantalón de ayer, cualquier playera y una sudadera. Esa pegajosa sensación que te deja no bañarte. Levantarte y subirte al asiento trasero de una camioneta por pura inercia. Dormir en el asiento trasero y que el carro enfrene. Sobarte. Llegar y esperar a trasbordar otro vehículo. Llegar y darte cuenta que hay que caminar 15 minutos más para llegar. El frío en la cara, el sol incipiente. Patear el pasto seco y ver como se forman volutas. El sol incipiente. Subir a una bicicleta y que se le salga la cadena. Caminar, llegar, abrir y ver un engargolado de milochomil copias. Ver blogs. Más blogs. Salir de la oficina para que la limpien. Tomar una botella de agua. Reventarte ese granito [hijodeputa] que te molesta desde hace día. Lavarte la cara y mojarte el cabello [con agua fría] en el baño de hombres. Ver el tiempo pasar y no hacer nada productivo. Ese leve resaca que no tienes idea porque te dio.

Eso no es lo malo.

Lo malo de despertar es dejar detrás el sueño, ese sueño que entre sueños parecía ser real. Despabilarse es sacudirse el sueño y darse cuenta que la vida ahí sigue [y que ese examen no se va a hacer solo]. Realizar que ya no tienes sueño pero sí ganas de seguir soñando. Es lo truculento de la noche: soñar con que no sea simplemente un sueño.

Estimado blogger: Usted ha excedido el límite de forevereo permitido en este blog. Le conminamos a concluir su entrada. Atentamente: Su parte pensante.

Ya me voy a poner a trabajar.

Fais de ta vie, une rêve; et de ta rêve, une realité

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me cae bien tu parte pensante!!

Anónimo dijo...

jajaja la notita roja!