[Mini] Reflexiones navideñas

1.- Mi mamá y yo siempre dejamos la compra de regalos para el 23/24 de diciembre. No es que nos guste la adrenalina ni andar cual borregos en secuencia inicial de Tiempos Modernos, sino que así nos acostumbramos. Mi mamá es maestra y se desocupa por el 20 de diciembre, así que la tarea de ir a comprar presentes siempre queda relegada al final.

2.- Siempre recibo tres tipos de regalo: una camisa [aparte, casi ni uso camisas] que me queda grande, un cinturón que me queda chico y... ¡CALCETINES! Apreciaría más que me dieran calcetas, porque siempre uso tenis. Al parecer, sólo mi mamá se preocupa por no darme un regalo genérico-intercambiable.

3.- Pero mi mamá y yo somos igual que mi familia. Regalamos jabones perfumados [que nadie usa], llaveros, plumas y... ¡CALCETINES! Es la costumbre de darle un regalo a cada miembro de la familia. A mis sobrinos sí les buscamos juguetes [el resto de mi familia les da ropa, y yo sé cuán feo es no recibir un juguete en Navidad].

4.- El árbol de Navidad siempre lo pongo yo. El Nacimiento siempre lo ponía mi prima [ahora lo puso mi mamá]. Es lo malo de ser el único varón en la casa. Me choca tener que armar el árbol, poner esferas y probar series de luces. Pero cuando queda listo, se ve requetebonito y todo vale la pena.

5.- En la cena, antes me quedaba solo. Como era el único niño [7-14 años], no cabía en la mesa de los grandes. Comía sobre el disquero, con una silla. Mi mamá me solía acompañar. Cuando llegaron mis sobrinos, se hizo una mesa de grandes y una de chicos. Extraño mi mesa individual, aunque comer con la familia no está tan mal.

6.- Mis dos primos le arrancaban las piernas al pavo. Y se las comían. Ellos son mis inspiración.

Uhm... al rato le sigo.