Adiós/Step-Aside

Apenas lo estoy asimilando. Apenas me estoy dando cuenta que éste es el inicio de la despedida. Que nuestros días de cabina se han terminado. Que no volveremos a usurpar las mesas del Italian. Que ya no jugaremos ping-pong hasta el cansancio. Que no compartiremos salón nuevamente. Que no volverás a sentirte culpable porque hago los trabajos teóricos. Que no volveré a molestarte con tus berrinches. Que no gritaremos más cuando le metan gol al Real Madrid. Que no volveremos a pasarnos el programa hablando de fut en vez de otros deportes. Que iremos en bandada a Tacos Lalo. Que ya no sabrosearemos a cuanta mujer pase por nuestros dominios. Que ya no te molestaré por tu orientación feminista. Que ya no cerraremos la cabina por las noches. Que ya no te veré hacer gala de tus dotes ligadoras. Que ya no dispararé las rondas de refresco los viernes en la mañana. Que ya no pediremos kilo y medio de carne los miércoles. Que ya no iremos por unas chelas a hablarnos al alma. Que ya no disfrutaremos cómo cuando estábamos con el agua al cuello. Que ya no cenaremos en los Karma Bagels. Que ya no estaremos en las juntas nocturnas del lunes. Que no volveremos a alinear juntos en un clásico mediático. Que ya no te leeré cada miércoles en la Catarina. Que ya no les podré decir fósiles. Que ya están por terminar la tesis. Que ya nos despedimos.

Yo sólo doy un step-aside, pero ustedes tienen que irse. El tiempo se nos agotó porque el mundo real ya los alcanzó. Y algún día me tendrá que llegar también. La universidad sólo nos da unos pocos años. Pero nos da uno de los mejores lapsos de la vida. Cuesta asimilar que es hora de tomar caminos dispares pero no distintos. Pambolero, Jerome y Becks, mis hermanos, gracias por regalarme un poco de ustedes. Gracias por los momentos que pasamos y los que nos faltan por pasar. Espero que lo que se forjó en una cabina no lo destruya el tiempo. Estoy cierto que apenas hemos escrito las primeras páginas de nuestra historia conjunta.