Mi balance del México vs. Paraguay.

La selección mexicana perdió 0 a 1 en el Azteca contra Paraguay, en uno de los peores partidos de la era de Hugo Sánchez. Ya sé que la frase suena a lugar común, pero es la neta. Y eso que salió con un cuadro que se atizba como el titular de la Copa Oro y la Copa América. Para empezar, las dudas son serias en la portería: Oswaldo Sánchez es aún un gran guardameta, aunque los reflectores no apuntaron hacia él con su participación con Santos y su lesión deja dudas si debe ser el titular. Paco Memo Ochoa es una guardameta seguro, tuvo una gran campaña y la enorme ventaja de jugar en uno de los equipos de mayor arraigo en el país. Es joven y llegará al Mundial, ha demostrado condiciones para ser el titular de México, sin embargo, es indeciso en las salidas de tiro de esquina [que históricamente hacen daño al tricolor] y juega mucho sobre la línea, apostando a sus reflejos. El tercer arquero es J.J. Corona, cuyo principal defecto es ser guardamenta de Tecos. Si bien es constante y ha metido a su equipo en liguilla, el defender la puerta de un equipo chico le ha impedido mostrarse en condiciones de presión. Los tres tienen calidad, pero la jerarquía de Oswaldo tambalea ante el recambio generacional que implica Paco Memo. Buena lucha bajo los palos.

La defensa de México está integrada por la llamada legión extranjera. La central es y será de Rafael Márquez y Carlos Salcido, aunque Magallón es un cambio de lujo. Por derecha debería estar Ricardo Osorio, y por izquierda Ramón Morales. La destrucción de juego va cortesia de Israel Castro y Gerardo Torrado, pero Jaime Correa tiene los tamaños para responder como cambio. El mediocampo y los volantes son la duda. Idealmente, Pável Pardo debería estar acompañando a Cuauhtémoc o al Bofo Bautista. Los laterales volantes son una incógnita. Por izquierda debería ser inamovible Andrés Guardado, pero Jaime Lozano también actúa bien por ahí. Por derecha es donde más problemas hay: Fernando Arce parecía consolidarse por ahí, pero la gambeta del 'Venado' Medina puede llegar a ser dañina. O incluso, meter al 'Gringo' Castro en el peor de los casos. Si la mediacancha es complicada, la delantera va más difícil. Nery Castillo es una buena opción, e incluso puede jugar de mediapunta. Omar Bravo es el goleador del torneo, pero desperdicia muchas jugadas. Kikín Fonseca y Jared Borgetti son nueves naturales que necesitan que les surtan balones.

Si la selección cuenta con tantas variantes ¿por qué perdió ante Paraguay? Precisamente porque no cuenta con un esquema táctico titular. Mientras que la banda izquierda es endemoniadamente buena con la dupla Guardado-Morales, la derecha deja mucho que desear. Osorio no acaba de entenderse con Medina o Arce, y Castro suele desbordar pero pierde marca y falla en los centros. Salcido también puede jugar por esa lateral, pero es una incógnita con quién haría una dupla dañina. La contención está controlada y, en teoría, Pável debería mover las cadenas. Sin embargo, su actuación fue muy discreta. Los 10's de México, Cuauhtémoc y Baustista, llegaron apagados y no pudieron surtir de balones. Me parece que Nery juega bien en esa posición, pero es muy adelantado creer que sea la solución. La delantera es aún peor: Bravo y Medina necesitan que el Bofo llegue conectado. Kíkin y Jared necesitan del desborde de Guardado, al que siempre ablandan más los rivales en cada encuentro. Por derecha, Arce es el factor sorpresa, porque recorre al centro, pero eso inutiliza su capacidad de llegar a línea de fondo. Medina siempre hace un regate de más, buscando encarar cuando no es necesario. Y ya quedamos que el Gringo Castro no centra nada bien y pierde los recorridos.

El error de México en el partido fue no saber abrir a un equipo con mucho oficio. Los ataques fueron mayormente por izquierda, pero no hubo precisión en los remates. Verón y Da Silva supieron controlar los embates por el centro. México no existió por el lado derecho, al grado de recibir el cotragolpe por esa zona. Pável abuso de los toques largos, el Bofo no supo qué hacer con el balón y Blanco intentó anotar de tiro libre más que repartir juego. La central paraguaya supo arrebatar el balón y retenerlo. La contensión mexicana cumplió su trabajo, pero justo cuando se adelantaron líneas, vino el gol en contragolpe. El balance final es negativo: se perdió el partido ante un equipo con mejor lectura de juego, que entendió que presionar al mediocampo le daba ventaja. La izquierda siempre fue un peligro, pero bien contenido. La derecha fue inexistente, más por errores del tricolor que por virtud de los paraguayos. En conclusión, México necesita definir su once titular antes de pensar en variantes. La defensa y contensión no tienen inconveniente. Del mediocampo para arriba son las dudas. La izquierda funciona bien con Guardado y Morales, pero habría que considerar a Lozano. Por derecha me voy con Osorio y Arce, dejando a Medina para segundos tiempos con equipos fundidos. En la media me la juego con Pável y Blanco, relevando al Bofo a segundo plano. La delantera debería tener a Nery y Jared, un nueve natural con uno retrasado. Aunque si se necesita apoyo en el mediocampo, Nery podría ir para atrás y dejarle el lugar a Bravo. Para cerrar encuentros, la opción es sacrificar a alguien de mediocampo y meter a Magallón, para dejar a Salcido como hombre libre. Para remontar, el sacrificado debería ser Israel Castro, para meter a alguien de mayor vocación ofensiva. Digo, todos le jugamos a ser directores técnicos, pero esperemos que México encuentre la manera de acomodar sus piezas. Porque talento lo tiene.