[UDLA] Vetan a reportera de Milenio
Ayer, el buen Pelos me informaba que una reportera de Milenio logró colarse al ensayo de la graduación. El día de hoy, aparece la noticia:
Veta UDLA a reportera
Seguridad extrema. Intimidan y videograban a informadora de esta casa editorial.
Ayer, personal de seguridad de la Universidad de las Américas Puebla (UDLA), intimidó, profirió insultos, videograbó y prohibió de manera definitiva a Mónica Franco, reportera de Milenio Puebla, el acceso al campus, luego de esquivar medidas de vigilancia e ingresar para obtener información respecto de la crisis que atraviesa esa casa de estudios.
Tras entrevistar brevemente al rector Pedro Ángel Palou –quien se negó a profundizar sobre las críticas hechas a su administración–, guardias de seguridad reprimieron a la representante de Milenio Puebla, y con gritos la responsabilizaron de su eventual despido de la casa de estudios, para luego retenerle la identificación personal que entregó para que le permitieran el ingreso a la universidad como visitante. [...]
Al término de su labor, la reportera, al intentar salir por la puerta por la que ingresó, fue culpada del despido de los tres guardias que custodiaban el acceso, quienes de manera agresiva le señalaron que la única forma de salir del campus era por el acceso principal, en donde ya tenían la credencial del Instituto Federal Electoral.
En la puerta de entrada, esta reportera fue conducida por un guardia al interior de la caseta de vigilancia tras mencionarle que ahí le harían la entrega de su credencial, sin embargo, sólo fue para tomarle una imagen de videocámara. Al percatarse, nuestra compañera salió del lugar y exigió su documento el cual le fue devuelto por un guardia que dijo: “debo informarle que desde hoy le queda estrictamente prohibida la entrada a la UDLA”.
[Fuente: Milenio Puebla, nota del domingo 3 de junio de 2007]
Acoto un poco a la nota. Lamento la exclusión de la reportera, pero repudio ante todo el despido de los tres guardias de seguridad. Los implicados [reportera y oficiales] hacían su trabajo: una, con el deber de informar; los otros, mantener la seguridad [cuestionable medida, pero que debían acatar] del campus durante el ensayo. El mensaje a la plantilla de seguridad es claro: no más errores. Y eso, señores, es una política que da miedo.
Y los links domingueros:
Lamenta exacadémico espionaje en la UDLA-Puebla [UnaFuente.com]
Angelopolitanas [Milenio Puebla]
Guerra en la UDLA por el ciberespacio [Intolerancia]
3 comentarios:
Estimado Padaguan: La nota de angelopolitanas sugiere algo muy fuerte. ¿Ya te fijaste? ¿Qué implicaciones, alianzas y lavaderos podrían estar implicados en esto?
ARTICULO DE HACE DOS DIAS EN LA JORNADA DE ORIENTE:
Puebla, entre las 10 entidades más peligrosas para los comunicadores
http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2007/06/01/puebla/jus102.php
Se menciona en un párrafo el caso de la censura a "La Catarina" de la UDLA.
Lo que menciona Angelopolitanas en Milenio es muy lamentable, pues (aunque veladamente) relaciona el consumo de drogas (algo muy fuerte, algo que podría incluso llevar a una denuncia legal por Perjurio). Creemos que la represión y obstaculización a la prensa no es correcta, pero también creemos que en este país (y en muchos otros) la prensa se ha dado muchas prerrogativas y llega a abusar de las mismas. Imaginamos que la reportera Mónica Sánchez no se identificó como tal en la entrada, y que cuando se dieron cuenta de que estaba haciendo su actividad profesional, sin haber dado aviso al respecto, el personal de seguridad actuó en consecuencia. Si se identificó y se le indicó que no podía entrar a la UDLA (lo cuál puede ser cuestionable) y de cualquier forma ingresó a la institución (no entiendo como, probablemente uso otra entrada y nuevamente, suponemos, no se identificó como reportera), pues hizo mal. El periodista, para bien o para mal, debe identificarse siempre, ya que esto puede ser vital (por ejemplo, en un campo de batalla o una acción policiaca), y es hasta donde tenemos entendido, parte de su código de ética profesional. Aunque entendemos su deseo de sentir el pulso de la gente que asistió al ensayo (alumnos, padres de familia), creo que esto era un evento privado, familiar, personal, y podía considerarse (para alumnos, para padres de familia) poco ético y muy incómodo tener que tener a un reportero en esos momentos (además de la leve rechifla previa al rector). La acción, justificable o no, de la reportera, pudo haber costado su trabajo a personal de seguridad (hay que preguntarle a Kim si así fue, hasta ahora es una suposición) y de ser así, es repudiable, de ambos lados. Esas personas solo trataban de hacer su trabajo, a lo que Mónica se limitó a hacerselos dificil. Lamentable, de ambos lados. Creo que la prensa puede perfectamene (y debe) identificarse y solicitar por las vías institucionales un acercamiento o información. Ganar una nota a la fuerza, afectando los trabajos de otros, es una lástima.
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