Hasta pronto, hasta siempre

Por si no lo he pregonado lo suficiente, mi tiempo como dirigente del proyecto de radio llega a su fin. Obviamente, nadie me exige que me retire del cargo máximo. Nadie, excepto yo mismo. Y eso que deseo que el proyecto tome nuevos bríos, nuevas direcciones, nuevos retos. Nueva sangre. Siento que ya cumplí. Dos años es un buen rato, y aunque no pienso deslindarme de la rama radiofónica, sí es hora de darle paso a otra visión de las cosas.

Entrego el poder a inicios de Otoño. Sin embargo, será desde Verano donde comience a trabajar conjuntamente con Mort, quien se quedará en mi lugar a tomar decisiones. Yo metí la pata en algunas cosas y creo que realicé bien otras, pero siempre le puse pasión. El espíritu del proyecto radica precisamente en darle espacio a nuevas voces, nuevas propuestas, nuevas personas. Si no me deslindara, sería incongruente e hipócrita con el mensaje.

Aún estoy decidiendo que voy a hacer después. Hoy, platicando con el Pato Asesino y Cerati, me doy cuenta de la cantidad de vidas que se han entrecruzado al pasar por esa cabina. Cuántas amistades se han forjado, cuántos problemas se han presentado y cuántas cosas hemos aprendido. Así que, a manera de una constancia más formal, dejo este post para no arrepentirme después. Para que los que lean esto me recuerden que debo dejar caminar solos a los demás y que mi labor está casi terminada. No me despido: aún debo dar mi último esfuerzo, aún me queda un mes para trabajar hacia el futuro. Después, será la historia quién me juzgue. Hasta pronto, y hasta siempre.