Pan y circo por milésima vez

El post de Curious sobre el debate lo resume todo: nos quisieron dar pan y circo por milésima vez. El problema es que no hubo pan, y el circo quedo a deber. Estamos en tiempos de elecciones de Consejo Estudiantil de Pueblo Bonito. Siempre he dicho que es un problema que sólo se permita una campaña publicitaria de tres días. Hay tantos candados que realmente es imposible generarse un criterio. Y el único momento en el que es posible enterarse y cuestionar las propuestas es el debate.

Un debate que quedó a deber mucho. Para comenzar, una planilla fue destituida en la mañana. Aún así, se les permitió presentarse en el debate. Tres planillas intentaron [frustradamente] exponer planes de trabajo inverosímiles y poco factibles. Lo peor es que se dedicaron a presumir que conocen el nombre de todos en la Universidad y el nombre de todos los proyectos. Se enfocaron en criticarse minucias de redacción y en atacarse por darle continuidad a las cosas que hizo este Consejo en vez de proponer nuevas. Las preguntas entre ellos fueron ataques fallidos, en gran parte culpa de unos moderadores cerrados a la crítica.

Llegaron las preguntas de un público impaciente. Una audiencia compuesta por no más de 200 personas. 200 individuos de una comunidad de casi ocho mil. Y muchos de ellos eran contendientes de planillas de carrera, ya que existe la política de que mínimo dos integrantes deben acudir obligatoriamente. El resto éramos gente que tiene proyectos y que nos interesa saber quién será la cabeza del estudiantado. Las preguntas fueron directas. Desgraciadamente, la mayoría de las inquietudes fueron coartadas por los moderadores del debate. Empezó la rechifla y el griterio, signos inequívocos de la inconformidad. De una manera abrupta, se dio por terminado un debate donde se silenció a los principales actores: los votantes. ¿Quién ganará? La percepción general es que no importa. Pan y circo por milésima vez.